Las 3 claves en la retención de talentos.

Tal vez alguna vez tuviste un trabajo en el que amabas lo que hacías, pero no a tu empleador. O te sentías orgulloso de la misión de la empresa, pero estabas distanciado de tus colegas. Entonces, sabes lo importante que es que todos estos factores coexistan en tándem.

Encontrar este punto ideal es muy parecido a lo que los japoneses llaman «ikigai«, que se traduce libremente como «razón de ser» o “sentido de la vida”.

«Iki» significa «vida», en tanto «gai» puede traducirse como «valor». Es el punto en el que tu pasión y tu talento se intercalan y superponen con lo que el mundo necesita y por lo que está dispuesto a pagar.

¿Se van a quedar o se van a ir?

En muchas ocasiones se cree que el dinero es la solución para retener un empleado, es posible, pero a la larga o a la corta es probable que pueda ser tentado por una oferta de dinero mayor y te dejará por la misma razón que te eligió.

Si deseas construir un equipo que comparta tu propósito o el propósito de “para que haces lo que haces”, la relación que los une debe ser mucho más profunda que el dinero.

Donde la pasión, el talento y la conexión se superponen, nace la razón de que porque hacemos lo que hacemos. Juntos, forman las tres claves que indican si es probable que un empleado se quede en una empresa o recomiende su lugar de trabajo a terceros.

“Estoy orgulloso de trabajar aquí” … “Disfruto de mi trabajo” … “Soy feliz haciendo lo que hago”, no son frases recurrentes de escuchar. 

Sin embargo, cuando los lugares de trabajo dan en el blanco del ikigai, el riesgo de rotación del talento disminuye.

3 claves para la retención de colaboradores en tu lugar de trabajo.

1. “Estoy orgulloso de trabajar acá”

Un punto importante por destacar es que este orgullo se basa principalmente en el clima y la cultura organizacional, las posibilidades de expresarse y ser uno mismo en el lugar de trabajo, el acompañamiento de los líderes, el cuidado de la salud física y mental y la autonomía en el desempeño. Todos factores que hacen al bienestar laboral y que van más allá de los beneficios materiales y económicos que las organizaciones también ofrecen. 

2. Propósito: “Mi trabajo tiene un sentido especial”

La conexión emocional de las personas con su laboral es fundamental para la retención del talento. El “para que” hacemos lo que hacemos o “porque” lo hacemos es vital para alcanzar el resultado de lo que queremos lograr. En ocasiones solo nos centramos en la tarea, pero no en el significado que tiene llevarla a cabo y como esto impacta en el resto.

El trabajo es más que «solo un trabajo”. Siempre tiene un sentido, sólo hay que descubrirlo.

3. Conexión: “Disfruto mi trabajo”

Para que los colaboradores disfruten del día a día, necesitan un lugar de trabajo que les permita llevar todo su ser al trabajo, colaborar con el equipo y divertirse un poco mientras lo hacen.

Se necesita esfuerzo para crear un lugar de trabajo capaz de atraer y retener talento, sea millennial o no. Los mejores lugares para trabajar lo logran mediante la realización periódica de encuestas sobre el compromiso de los empleados, los objetivos de la empresa y el fomento de la conexión sin dejar de valorar la individualidad.

El resultado de satisfacer estos tres aspectos claves es un mayor compromiso de los empleados y una menor rotación. Y, como todo empleador sabe, eso ya es un punto óptimo.

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