En la actualidad pareciera que es más fácil para los profesionales encontrar trabajo debido a la proliferación de nuevas empresas. Sin embargo, muchos no tienen las habilidades de empleabilidad para ser calificados como candidatos potenciales.
Una razón es el avance de las tecnologías. Estas evolucionan tan rápido que es difícil mantener buenos niveles de empleabilidad.
Otra razón es que los empleadores prestan más atención a las habilidades laborales, es decir, a aquellas que van más allá de la experiencia y las competencias.
Ante esta situación, es fundamental entender la importancia de la empleabilidad y mejorar sus niveles. Para ello, quienes buscan trabajo deben saber qué aptitudes y habilidades los hacen contratables.
La empleabilidad se refiere a una serie de logros personales que brindan a una persona más probabilidades de encontrar trabajo. Estos incluyen habilidades técnicas, conocimientos y cualidades personales.
Cuanto mejor podamos adaptar nuestras capacidades profesionales y personales, competencias y conocimientos a las necesidades del mercado laboral, mayor será las posibilidades de reinventarnos como profesionales y buscar nuevas oportunidades que nos permitan desarrollarnos.
En ese sentido, la empleabilidad es nuestra capacidad de resiliencia y por ello es tan importante buscar constantemente herramientas que nos ayuden a mejorarla.
Algunos consejos prácticos para tener en cuenta:
1. Adapta tu CV de acuerdo con el tipo de empleo, sector o puesto al que postulas. A fin de que los reclutadores te consideren una opción atractiva, tu CV debe acomodarse a cada posición a la que postulas.
Los reclutadores buscan un set particular de requisitos, una persona que pueda desarrollarse en el puesto y que al mismo tiempo sume en la empresa. Utiliza la información a tu favor, investiga sobre la empresa y pon énfasis en tus habilidades, conocimientos y experiencia previa que resulte útil para el puesto.
2. Busca aprender cosas nuevas. La educación continua y capacitaciones que puedas desarrollar en el tiempo, y que puedan sumar a los puestos de trabajo que buscas, demuestran a los posibles empleadores que te preocupas por actualizar tu conocimiento en la materia y buscar crecer como profesional. Puedes aumentar tu empleabilidad optando por estudiar un diplomado, una certificación corta, o completar cursos de educación continua.
3. Desarrolla habilidades complementarias. Los reclutadores buscan personas preparadas, pero eso no es lo único importante a la hora de postular a un trabajo. En el contexto actual se necesitan personas que tengan visión, que busquen contribuir al desarrollo de la empresa, y en ese sentido, que tengan habilidades blandas que contribuyan al trabajo en equipo, estén motivados, gestionen su tiempo de forma estratégica, entre otros. Es importante trabajar las habilidades personales y profesionales a la par. Por ejemplo, creatividad, comunicación, empatía, entre otras, son claves en el actual contexto.
4. Desarrolla tu red de contactos. Las conexiones profesionales pueden ayudarte a conseguir nuevas oportunidades laborales. Definitivamente una herramienta muy potente es desarrollar tu perfil de LinkedIn y empezar a conectar con personas, ya sean compañeros antiguos, profesores, tu propio equipo de trabajo, entre otros, para interactuar con la plataforma y encontrar contenido y ofertas laborales de tu interés.
Tu perfil debe detallar tus conocimientos y experiencia laboral previa, así como proyectos en los que has obtenido grandes resultados y/o actividades que suman a tu perfil profesional. Todo ello te ayudará a construir un perfil atractivo de cara a los reclutadores.
Una persona no sólo debe estar empleado, sino también debe ser empleable. Eso quiere decir que las personas deben tener muy claras sus fortalezas y debilidades, para sacarle el máximo provecho la primera y buscar mejorar las segundas, esto hará que sean más atractivos para las empresas y puedan destacar en los procesos de selección.